sábado, 31 de octubre de 2009

VOLVO ÖV4

La primera creación de la firma sueca destacó por su robustez

UN ICONO DE LA SEGURIDAD
La historia de la firma sueca más relevante en el ámbito de la automoción se gesta en el año 1924. Un 25 de julio, en el transcurso de una cena, los suecos Assar Gabrielson y Gustaf Larson, ambos entusiastas del mundo del motor, sellan el acuerdo para iniciar una aventura automovilística sin precedentes. Esa noche se celebraba la fiesta de las cigalas en el país nórdico, el menú que acompañó a tan suculento acuerdo.
No tardaría mucho en ver la luz el primer vehículo de la firma, se trataba del OV4. Fue conocido por el sobrenombre de Jakob, que celebra su onomástica coincidiendo con el 25 de julio. EL OV4 salió de la cadena de producción el 14 de abril de 1927. Tenía un motor de dos litros de cilindrada y rendía 28 caballos de potencia.
Con este modelo, el primero de la familia, Volvo se convirtió en un símbolo de fiabilidad, seguridad y robustez. Antes de que se vendiera la primera unidad de este vehículo, uno de los prototipos chocó frontalmente contra un coche norteamericano en el camino que une Estocolmo y Gotemburgo. El Volvo apenas sufrió arañazos mientras que el otro vehículo implicado en el accidente quedó destrozado.
En su primer año, sin embargo, el modelo no gozó de mucho éxito y sólo logró colocar 300 unidades.
Los comienzos fueron difíciles, aunque sus propietarios no desistieron en su afán por exportar el nombre de la compañía en 1924 se venden 24 unidades a países como Dinamarca o Palestina.
Su velocidad superaba los 90 kilómetros por hora, aunque el fabricante recomendaba no superar los 60. A pesar de no resultar un éxito de ventas, puso a la compañía sueca en el mapa de la automoción a nivel internacional.

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