sábado, 17 de octubre de 2009

MAZDA MX-5 SUPERLIGHT

Rinde homenaje al popular MX-5

FUSIÓN CON EL VIENTO
Menos es más. Es el lema elegido por la Japonesa Mazda para su nuevo prototipo. La compañía celebra de esta manera el veinte aniversario del primer MX-5, un vehículo que se convirtió en la piedra angular de la filosofía de la marca Zoom-Zoom que poco a poco se va popularizando en los diferentes modelos de la casa.
El resultado es un show car apto para ser conducido aunque no está prevista su comercialización. Sin estar proyectada su fabricación, la finalidad del deportivo es mostrar cómo es posible impulsar la movilidad individual consumiendo menos recursos naturales. El centro europeo de I+D en Alemania de Mazda ha tratado, a través de la inédita construcción, de mantener la esencia de la compañía, que no es otra que conseguir la máxima diversión al volante.
Así, nos encontramos ante un biplaza genuino, único. Su diseño es espectacular, especialmente ligero, El roadster basa la fórmula de su éxito en mantener su figura por debajo de los 1.000 kilos, algo hasta ahora impensable para estos coches.
Esta reducción se logra al no presentar parabrisas ni techo, lo que provoca que el conductor y copiloto vivan experiencias extremas y reales al fundirse con el viento y sentir en sus carnes la temperatura exterior.
Para evitar las turbulencias cuando se conduce a altas velocidades, los ingenieros de Mazda han instalado dos arcos detrás de los asientos con dos barras antivuelco que contribuyen a incrementar la eficiencia aerodinámica. Como medida destinada a garantizar la seguridad, los conductores de estos vehículos deberán llevar casco de manera obligatoria.
El deportivo destila sencillez. Se han eliminado elementos superfluos. Desaparecen los tiradores de las puertas así como las ventanillas laterales y sus mecanismos de apertura. Como los coches de carrera, el Superlight tiene un botón de encendido situado en el centro del salpicadero y dos botones de emergencia que cortan el suministro de gasolina y el sistema eléctrico.
Bajo el capó monta un motor de cuatro cilindros de 1,8 litros con una potencia de 126 caballos. Su producción todavía no se ha aprobado, así que de momento se ve pero no se toca.

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