miércoles, 29 de abril de 2009

MUSEO PORSCHE

El Museo que abrió sus puertas el pasado mes de enero exhibe una colección de oro de una de las firmas legendarias del mundo de la automoción.

CITA CON LA HISTORIA

Si pensamos en Alemania como destino turístico, Berlín y Munich serían los lugares preferidos entre los viajeros por su historia, sus tradiciones y como símbolos de una constante transformación cultural. Sin embargo, hoy por hoy, existe una ciudad como Stuttgart que se ha hecho un nombre propio entre los amantes del motor. No sólo porque fue cuna del primer propulsor a combustión creado por Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach, sino porque además alberga dos casas de la industria automovilística más famosas y aplaudidas en el mundo entero: Mercedes y Porsche. Precisamente es la marca creada por Ferdinand Ferry Porsche la que desde comienzos de este año ha abierto las puertas de su nuevo museo al lado de la mítica fábrica de Zuffenhausen, instalada en este espacio desde 1938. El proyecto de la nueva sede para acoger la historia de Porsche se inició en el año 2005, cuando se convocó un concurso internacional para el diseño del edificio que serviría como museo. Éste debía ser tan exótico y provocativo como los automóviles de la firma. Cuatro años después, la firma austriaca de arquitectura Delugan Miessi, da a la luz Porscheplatz, un edificio dotado de última tecnología en un área de 5.600 metros cuadrados. El espacio, brillante en su conjunto exterior, acoge una muestra de 80 coches cuidadosamente escogidos, desde ejemplares que marcaron un hito en su momento hasta autos de producción actual. La zona de exposición, diseñada completamente en color blanco, cuenta con un área de exhibición sustentada únicamente en tres soportes individuales que transmiten una sensación de flotación muy vistosa. De esta manera, resulta fascinante ver automóviles que están pegados literalmente en el techo, como el 956. La particular posición trata de exponer la virtud desafiante y vanguardista del modelo. Además, la colección completa de Porsche se compone de 400 vehículos de competición y deportivos. Sin embargo, como la mayoría de ellos participan constantemente en competiciones, los coches que se exhiben cambian constantemente, lo cual resulta bastante muy atractivo porque en cada visita se puede disfrutar de una muestra diferente. Para los más estudiosos, hay una biblioteca de 2.000 metros cuadrados que reúne toda clase de documentos originales de cada uno de los vehículos.

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KTM X-BOW

Aunque no es un vehículo especialmente cómodo para su uso cotidiano, el KTM X-BOW resulta ideal para disfrutar de una conducción deportiva plena.

EL ASFALTO ECHA HUMO

El Circuito de Velocidad Kotarr Castilla y león, ubicado en la localidad burgalesa de Tubilla del Lago, acogió la presentación de la última creación de la motera austríaca KTM. Un sorprendente biplaza homologado para su utilización en circuitos y en carretera.
El X-Bow es un vehículo con espacio para dos personas, sin techo ni puertas, al que se accede por la parte superior del mismo. La ausencia de parabrisas hace recomendable la utilización del casco ya que, si bien el deflector desvía la trayectoria del viento, las altas velocidades que se alcanzan hacen necesario el uso de algún tipo de protección tanto para el conductor como para el pasajero.
Desde el momento en el que nos sumergimos en su interior y adoptamos la posición de un piloto de Fórmula 1, la emoción está servida. Su poderoso 2.0, que desarrolla 241 caballos, le permiten moverse con gran ligereza en la pista sacando lo mejor del conductor ya que para mayor exigencia plantea escasas ayudas a la conducción. Así, el no presentar control de tracción, ni de estabilidad, ni tan siquiera autobloqueo de frenos pone a prueba la pericia del que está al volante. Como nota negativa, en materia de seguridad, tampoco incorpora elementos como airbags.
Como decimos, la posición al volante es cómoda, al menos en circuito. Lo que no es tan confortable es la parafernalia que rodea su puesta en marcha. La incomodidad para entrar y para colocarse el cinturón de cuatro puntos es notables. En la mayoría de las ocasiones se necesita ayuda para completar está operación con un sistema que no ayuda a sujetar la cadera y después nos asegura los hombros. Ya sólo el tiempo que se dedica a fijar este dispositivo no lo convierten en un coche ideal si lo que se desea es llegar puntual al trabajo.
diversión garantizada. Las pruebas con diferentes neumáticos y la emoción que aporta la pista mojada por la lluvia en el asfalto de Kottar nos permiten vislumbrar las posibilidades para gozar plenamente con el X-Bow. Las salidas de pista se convierten en la tónica habitual hasta que las ruedas cogen adherencia y hasta que el piloto se hace con el manejo.
Su configuración le permite agarrarse con poderío al asfalto por lo que se le puede llevar al límite en cada curva. La potencia es un canalizada a través de un cambio manual de seis marchas. El KTM X-Bow llega a los cien en apenas 4 segundos con lo que se muestra nervioso desde el momento en que se pisa el acelerador. La velocidad máxima del vehículo se fija en 220 kilómetros por hora. Su gran respuesta y comodidad en el puesto de mando hacen que este rara avis saque lo mejor de sí mismo en circuitos técnicos donde hace valer su gran calidad aerodinámica a través de la sencillez en el pilotaje.

domingo, 26 de abril de 2009

PORSCHE 914

La ‘Joint Venture’ formada por Volkwagen y Porsche dio a luz a uno de los deportivos más laureados del siglo XX, que acaba de cumplir cuarenta años.

LA UNIÓN DE DOS TITANES
Reinaba la tranquilidad en la industria del automóvil cuando Porsche y la entonces denominada Volkswagenwerk-Ag forman la compañía de ventas perteneciente a las dos marcas. Fue en abril de 1969 con un capital social que se elevaba a cinco millones de marcos alemanes. La nueva empresa se fija como objetivo principal el lanzamiento de dos deportivos: los VW-Porsche 914 y 914/6. El establecimiento del nuevo consorcio marca el comienzo de una historia de éxito que nació de la necesidad de ambas marcas de buscar financiación para construir nuevos y sorprendentes modelos. En el caso de VW, la firma alemana buscaba un sucesor para su anticuado y caduco coupé Type 34 más conocido como Karmann Ghia._De la misma manera, Porsche perseguía afianzar su posición en el mercado con el lanzamiento de un deportivo en un segmento por debajo al que ocupaba el exclusivo 911. Ferry Porsche y el consejero delegado de VW, Heinrich Nordhoff aceptan el desafío y forman una joint venture para que ambas partes pudieran desarrollar sus proyectos. El acuerdo inicial establecía que ambas marcas fabricarían el nuevo modelo. Volkswagen, lo comercializaría con un motor de cuatro cilindros y Porsche con un bóxer de seis. El contratiempo llega con el repentino fallecimiento de Nordhoff y las exigencias de Lotz, su sustituto en Volkswagen, de hacerse con los derechos exclusivos de venta del vehículo. Las pugnas en los despachos a punto estuvieron de arruinar la iniciativa hasta que se acordó lanzar el coupé de manera conjunta, llamándolo VW-Porsche, a través de una red de ventas en común. El 11 de septiembre de 1969 se presenta, en el marco del Salón del Automóvil de Frankfurt, el nuevo 914 como el primer deportivo con motor central producido en Alemania. Las dos versiones del mismo modelo sufrieron una suerte dispar. Mientras el bóxer de seis cilindros no fue bien aceptado por la exigente clientela de Porsche, que lo denominaba de forma despectiva Volksporsche o «Porsche del pueblo», el coupé de cuatro desbordó las previsiones más optimistas. Se produjeron 115.631 unidades hasta el cese de su fabricación en la primavera de 1976, alzándose como el deportivo más vendido del momento. En su mayor parte se vendieron en Estados Unidos, donde se comercializó de manera exclusiva bajo la marca Porsche. Unas cifras que contrastaban con las apenas 3.000 unidades que se despacharon del 914 de seis cilindros, en la actualidad, uno de los más buscados por todo coleccionista.

miércoles, 22 de abril de 2009

HAMANN CONTINENTAL GT IMPERATOR

El prestigioso carrocero alemán sorprende con una revisión de uno de los deportivos más distinguidos del mercado, el bentley Continental gt Speed

OTRA VUELTA DE TUERCA

Va a resultar cierto aquello de que las normas están para romperlas. O tal vez sea que existe un sector del público, muy exigente, que necesita siempre ir más allá. Para dar la vuelta a lo convencional o, como es el caso, aportar un plus de atractivo a construcciones que no necesitan presentación están los carroceros de la talla de Hamann, empeñado en dotar a determinados vehículos de una expresión más agresiva y controvertida, ya que en muchos casos no llegan al gusto de una clientela potencial masiva. De esta manera, Hamann que ya ha llevado a su terreno la renovación de vehículos de marcas como BMW o Audi, desarrolla en esta ocasión una nueva versión sobre la base del espectacular y elegante deportivo de Bentley. Tras pasar por las manos del carrocero alemán, el Continental GT adquiere una personalidad diferente gracias, en gran medida, a una mayor anchura que viene dada por las aletas laterales y por unos descomunales pasos de rueda que aumentan de forma notable su voluminosidad. Mientras, la parte anterior y posterior no sufren apenas variaciones y permanecen casi inalteradas respecto a la versión presentada hace cuatro meses. Destacan en la nueva revisión sus impresionantes faldones así como los paragolpes que llevan incorporadas el conjunto de grupos ópticos diurnos. Pero hay más detalles que le aportan una mayor grandiosidad. Destacan las conocidas llantas de la marca Anniversary. Éstas crecen hasta las 22 pulgadas dotando de un carácter mucho más deportivo al coche. Otro rasgo que contribuye a fijar su gran rendimiento aerodinámico se encuentra en la suspensión neumática. Como novedad, dispone de un módulo de control electrónico que reduce la altura del Continental GT Imperator en 30 mm delante y 20 detrás, aumentando ostensiblemente su dinamismo sobre el asfalto y garantizando su seguridad. Como no podía ser de otra manera, los cambios no se reducen a su aspecto exterior. Así, las mecánicas también han sido sobrealimentadas tras actuar sobre el control electrónico. De esta modo, la potencia del Bentley Continental GT se incrementa de los 560 a los 630 caballos. Lo mismo sucede con la versión más poderosa del deportivo que suma 41 caballos a los 610 que posee la gama convencional. Una suma que permite exhibir números aún más espectaculares. Como resultado, consiguen una velocidad punta de 322 y 331 kilómetros por hora. Puede gustar más o menos, pero su revisión al modelo también la lleva Hamann al interior del coche con varios acabados y posibilidades de equipamiento que quedan patentes en aspectos como el tapizado, el pomo de la palanca de cambios o el revestimiento del salpicadero. Detalles que no pasarán desapercibidos para los amantes del lado extremo del motor.

FORD GRAN TORINO

Si bien su nivel de ventas no desbordó las previsiones, su aparición en la serie de televisión Starsky & Hutch revalorizó la proyección del vehículo.

Ford construyó el deportivo para su venta en el mercado americano entre los años 1968 y 1976. Aunque su repercusión comercial para la firma no fue muy grande, debido entre otros aspectos a la crisis del petróleo (ésta produjo una reducción en la venta de los denominados muscle cars), sí alcanzó gran notoriedad al aparecer en la serie de entretenimiento Starsky & Hutch. No hay que dejar de lado, sin embargo, su gran capacidad como un vehículo de grandes y diversas cualidades. El Gran Torino se presentó como una variante de lujo del modelo Fairlane que se fabricó entre 1962 y 1970. Fue al principio de la década de los setenta cuando este coche cambia su nombre por el de Gran Torino. Su denominación se debe a que Turín es conocida como la Detroit italiana, es decir, la ciudad más motorizada del país transalpino. En sus comienzos, los Torinos no pasan de ser un coche convencional con una gama que incluye además de coches deportivos, versiones de cuatro puertas tipo sedán. En cuestión de diseño, presenta una nueva configuración en su parrilla delantera con cuatro faros horizontales colocados en los bordes exteriores. Aunque introdujo interesantes novedades también heredó aspectos significativos del Fairlane. Más allá de su cautivador físico, deslumbraba por sus variantes motoras. Desde un 3.3 litros de 200 caballos a un seis cilindros de 335. En líneas generales, establecía un alto nivel de fuerza combinado con una capacidad aerodinámica que aumentaba su atractivo al conducirlo. Los siguientes cambios en posteriores generaciones se orientan a mejorar el rendimiento mecánico con la poderosa variante Cobra que superaba los 300 caballos de potencia. La producción en 1969 se cifra en 129.000 unidades. En 1972 el coche se rediseña desde cero abandonando las líneas precedentes como el Fastback, Cobra o Fairlane. Su éxito supera las expectativas y se fabrican 496.600 unidades. Las ventas crecen hasta 1975 cuando una ley federal hace obligatoria la instalación de dispositivos para reducir las emisiones, lo que provoca un descenso en la potencia de los motores y trae consigo el cese de la producción. Antes dejó huella en los hogares de todo el planeta por medio de la serie Starsky & Hutch. El productor Aaron Spelling necesita un coche alegre y que llame la atención y el Gran Torino se convierte en el vehículo ideal para los intrépidos detectives. Su impacto televisivo lo devuelve al mercado y comienzan a producirse réplicas del laureado coche con una estética similar al de la exitosa serie.