jueves, 19 de febrero de 2009

MUSEO AUDI: UN GRAN PEDAZO DE HISTORIA

Los muros de la antigua fábrica de la que salió el primer horch guardan un patrimonio cultural único en honor al fundador de la firma de los aros

Ha pasado más de un siglo desde que el primer coche con el sello Horch, elaborado en la localidad alemana de Zwickau, abandonase la línea de montaje de su fábrica. Rodeado de una gran expectación, el mítico automóvil veía la luz en las calles del distrito de Ehrenfeld, en Colonia. A día de hoy, las puertas y los muros que atravesó para convertirse en la primera piedra de una leyenda viva del automóvil cobijan una incomparable colección en honor al fundador de Audi, August Horch. Ya en 1988, la fábrica de Sachsenring albergó una pequeña exposición de ejemplares de la época, aunque no terminó por cristalizar la idea de reservar un espacio permanente dedicado a la marca de los aros. Tiempo después, en un mes de septiembre del año 2004, abriría sus puertas de forma definitiva el Museo August Horch. En sus primeros 365 días de existencia recibe más de 100.000 visitas erigiéndose en la primera atracción turística de la ciudad. Su extraordinaria colección de vehículos, oriundos de la fábrica de Zwickau, se encuentra ubicada en un espacio de 2.500 metros, después de que acometieran las obras de restauración de lo que era la antigua fábrica de Audi. Su amplio espacio destaca por la claridad que entra a través de sus amplios ventanales y por los que se contempla una recreación de lo que era una calle típica de 1930. Subiendo las escaleras que nos llevan al primer piso vemos como cobra vida una de las muestras más interesantes del mundo de la automoción, con lujosos modelos de Audi y Horch como principales protagonistas. El Horch 12-28 Phaeton de 1911 se presenta ante nosotros como el vehículo más antiguo. También podremos observar bólidos de carrera como el Auto Union Type C de 1936, o el Audi Type C, con el que el mismísimo August Horch se adjudicó el Alpine Rally, una de las pruebas más competitivas y exigentes del momento. Son algunos de los iconos de una historia de éxito que pueden apreciarse en vivo y en directo. Los apasionados de la mecánica disfrutarán de un recorrido a través de los propulsores que han marcado la existencia de la marca, con joyas como el primer cuatro cilindros de 1904. A su vez, como parte de un glorioso pasado se muestra el Trabant, un ligero compacto que se convirtió en todo un símbolo de la Alemania Oriental.

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