El mítico deportivo de "Chevy" exhibe su silueta sobre el asfalto del Circuito Kotarr de Tubilla del Lago (Burgos). Foto: Paco SantamaríaCORVETTE: EL QUE DESPIERTA PASIONES
Cuando en 1968 salía al mercado la tercera generación del mítico modelo de Chevrolet, las críticas no fueron las mejores, acusándole de falta de calidad en comparación con sus antecesores. Sin embargo, tras un mal inicio, poco a poco fue ganando adeptos gracias a la experiencia de una conducción inmejorable, que lo convertiría en el deportivo más potente de la época. En 1965 fue presentado como "Concept Car", destacando por una amplia amalgama de detalles futuristas, obra del ingeniero y creador David Holls. El nuevo deportivo adoptaba contornos pronunciados y curvas propias de los coches de competición, además de prominentes pasos de ruedas que guardaban semejanza con la forma de la botella de Coca Cola. Justamente por esto, se le conocería popularmente como Corvettes "con forma de botella de Coca Cola". Cuatro años después, aparece por pimera vez en las aletas delanteras el emblema Stingray, y cuya máxima novedad era un techo descapotable, inédito para su época. Los Corvettes fueron fabricados entre los años 1968 y 1982, y en cada edición hizo aportaciones originales como el encendido de alto voltaje, el catalizador o la suspensión con ballestas de material compuesto. Asimismo, introduce novedades en el paragolpes. Pero fue en 1971 cuando alcanza su mayor esplendor al montar un motor de 425 CV. Finalmente, es en 1982 cuando llega el ocaso del Stingray, del cual se llegaron a vender más de medio millón de unidades en todo el mundo.
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